Aquí estoy, en mi camerino. Dani me ha dejado de hablar y le escribiré una carta... Me encantaría saber qué le pasa, y, lo más importante, por qué no me habla. Estábamos genial como amigos hasta la fiesta que montó Flo, en la cual, jugando a la botella, nos tuvimos que besar. Quiero que me de una explicación, una buena explicación, de por qué está así. Y que sepa que, si no la tiene, no me volverá a tener como amiga. Estoy harta, harta de llorar casi todos los días desde hace dos semanas, desde aquella maldita fiesta, por él. No se lo merece. Le he perdonado tantas cosas que... creo que me costará perdonarle que se haya alejado de mí tanto tiempo. ¡Lo odio! Odio tener que verle y no poder saludarle, odio que no me de un beso en la mejilla y me diga “Buenos días, princesa”... pero sobretodo odio que se haya ido de casa. Porque sí, vivíamos juntos, éramos compañeros de piso, hasta aquel día... Necesito volver a sentirle junto a mí, necesito volver a sentir sus abrazos, necesito volver a dormir con la cabeza apoyada en su pecho, necesito sentir sus caricias en mi espalda cada mañana, necesito que me pregunte cómo me va el día y cómo me va junto a Miki, necesito que me haga esas cosquillas que tanto odio, necesito que me tire cojines por la mañana cuando le digo imbécil por cualquier cosa, necesito ver Nothing Hill por enésima vez en el sofá del salón, necesito que me diga abuela de nuevo, que me coja mi “Batamanta” y se ría de mí usándola... simplemente, le necesito...
“Dani, me gustaría saber qué te pasa. Quizá al leer esta primera frase vas a romper el papel, no me importa, sólo quiero que vuelvas a ser el Dani de antes. El Dani que se ría conmigo y se reía de mí, ése que tantos piropos me dedicaba al día, ése que vivía conmigo... Yo... simplemente te necesito. Necesito a mi mejor amigo... O que al menos vuelvas a hablar conmigo, que seas quién antes eras, que........”
Dejo de escribir, me ha empezado a sonar el móvil. Es un mensaje que me manda Cris, qué raro. No hablamos, así que no entiendo el por qué, pero aún así lo leo. Anna, ven al camerino de Dani, es muy importante. Obedezco como si el mensaje lo hubiera mandado Dani y voy, se cambió de camerino, por lo que ahora el suyo se encuentra en el otro extremo del pasillo, y en la pared de en frente. Cuando llego, Cris me coge del brazo, me empuja para que entre y cierra la puerta. Me quedo sorprendida. Conversamos un rato, la veo preocupada. Es muy amiga de Dani, por lo que eso me preocupa aún más de lo que ya estoy. Y se decide, el origen de ésta extraña conversación, por fin lo entiendo. Por fin entiendo por qué me ha enviado ella ese SMS. Leo el papel que me enseña, de arriba a abajo, parándome atentamente en cada palabra para no equivocarme. Y cuando llego a la mitad del folio, noto cómo ya no puedo más, no puedo seguir leyendo mucho más si no quiero derrumbarme delante de Cristina. Le pregunto que por qué lo tiene ella y me cuenta que se lo encontró en el comedor, doblado... Cosa que es verdad pues se nota considerable por dónde ha sido plegado el papel. Salgo rápido y decidida a buscar a Dani por todos los estudios, tiene que explicarme eso. Ahora sí que voy a hablar con él. ¿Por qué decidió ocultarme esto? ¿Por qué me ignoraba? ¿Por qué en ese “beso” que no significó nada estaba tan raro? ¿Sería por eso...? Daniel... quiero una explicación, y la quiero ya... por favor.
Continuará.-